Tratamientos de Optometría
Problemas de aprendizaje relacionados con la visión
La terapia visual puede ayudar a aquellos niños con deficiencias en las habilidades visuales que son necesarias para la lectura, la escritura y el aprendizaje (movimientos oculares, enfoque y coordinación ocular, coordinación ojo-mano, memoria visual, etc).
Estrabismo y ojo vago
La terapia visual optométrica ofrece un rango de mejora mayor en comparación a la cirugía, las lentes o los parches sin terapia en la mayoría de casos.
Este entrenamiento ayuda a desarrollar una buena coordinación entre ambos ojos para que trabajen de manera conjunta (visión binocular) y de manera eficiente.
Cuando falla este trabajo conjunto entre ambos ojos (estrabismo y/u ojo vago) puede disminuir el rendimiento en muchas de las tareas diarias (lectura, deportes, visión en profundidad-cálculo de distancias, contacto visual, etc).
Síntomas visuales
Hoy en día las demandas visuales a las que se enfrentan nuestros ojos son más exigentes que nunca. Diariamente usamos nuestra visión para el ordenador, el móvil, la conducción, la lectura, la televisión, etc.
La terapia ayuda a aumentar los recursos visuales para que la persona pueda soportar el estrés al que el sistema está sometido diariamente.
Terapia visual deportiva
Si eres una persona sin síntomas visuales pero quieres potenciar tu rendimiento en alguna actividad, realizaremos una valoración optométrica completa. Te ayudaremos a desarrollar tu potencial en tus tareas diarias: lectura, conducción y deportes (tiro al plato, fútbol, tenis, baloncesto, balonmano, pádel, bádminton, etc.).
Rehabilitación visual tras un daño cerebral adquirido
La mitad de los nervios craneales están involucrados en el procesamiento visual.
Tras un DCA (daño cerebral adquirido), suelen encontrarse déficits visuales como: insuficiencia de convergencia (incapacidad para coordinar los ojos en un objeto cercano) que puede causar diplopía (visión doble), exotropia o exoforia alta (desviación de uno o ambos ojos hacia fuera), problemas de enfoque, sensibilidad a la luz, baja frecuencia de parpadeo (puede causar sequedad ocular, irritación), dificultades para concentrarse en una tarea, dificultad o síntomas de fatiga visual para enfocar un estímulo visual pequeño, deficiencias en los movimientos oculares, inatención (neglect) o pérdida de campo visual, incapacidad para tolerar lugares llenos de gente o con muchos estímulos (centros comerciales, supermercados), dificultad para leer, pérdida de memoria visual y disfunción en la visión espacial (que puede dar problemas de equilibrio).